Emborracharnos hasta olvidar

El consumo del alcohol cada vez se vuelve una situación más alarmante en la sociedad mexicana. Y es que el consumo de bebidas alcohólicas no distingue entre clases sociales, puedes emborracharte con el mejor whisky si es que perteneces al pobre grupo con una buena solvencia económica o sino con una caguama ¡qué más da! te hace sentir lo mismo.
¿Será que se está volviendo cada vez más difícil vivir en sobriedad esta realidad tan dura y que no estamos educando de la mejor manera a los que son el futuro del país?
Es difícil dar una explicación a este tipo de problemáticas, las causas pueden ser distintas, desde que los jóvenes tienen las bebidas al alcance de su mano y es que la cantidad de depósitos y lugares que venden las famosas micheladas, cubanas, etc., Son tantos y muchas veces tan cercanos a las escuelas que realmente es difícil resistir a la tentación esto aunado a que realmente los jóvenes sienten que la necesitan por la gran disfunción familiar que tanto está de moda.
Otras causas por las que un joven decide tomar son por la aceptación social, la depresión, ansiedad o relaciones interpersonales.
Para lograr controlar el abuso del alcohol en la juventud se necesitan planes o campañas realmente eficientes que eduquen a los chicos de secundaria y preparatoria a moderar la forma en la que consumen bebidas alcohólicas, pero no solamente se va a necesitar un plan que eduque, la familia juega un papel fundamental para cambiar esta situación, ya que muy probablemente si alguno de los padres toma el joven quizá comenzara a ingerir este tipo de bebidas.
La falta de información en los jóvenes de las consecuencias que trae consigo el consumir alcohol juega también un papel importante, ya que la mayoría lo consumen porque no es considerado como una sustancia ilegal como lo son la mariguana, cocaína entre otras pero realmente no saben los daños que ocasiona tanto para la salud, para la economía familiar
En el año 2003 sólo uno de cada cuatro es decir el 23.8 porciento tomaba más de cinco copas al menos una vez por mes, pero las cifras han aumentado por lo que en el año 2008 el 52.2 porciento toma más de cinco copas según la Encuesta Nacional de Adicciones.
Aunque el consumo de alcohol en jóvenes no se da de manera cotidiana al pasar el tiempo el organismo va pidiendo cada vez más alcohol, es por eso que es muy difícil dejarlo.
Posiblemente al consumirlo los jóvenes sienten una sensación de alivio y de olvido, ya que aunque no lo parezca a la hora de entrar en calor por la cantidad ya consumida se asegura que olvidas todo para bien o para mal, porque esto puede traer grandes consecuencias o puedes ser victima de violaciones, asaltos entre otras cosas.
Realmente se necesita darles más atención a los jóvenes, ya que no olvidemos que la juventud es una de las mejores etapas de la vida pero también es la más difícil de sobrellevar y que al igual que tiene grandes aventuras también tiene grandes peligros.